viernes, 5 de marzo de 2010

“Propuestitis”

En México se puso de moda proponer cosas, entre ellas: las reformas políticas, por cada grupo de poder, las alianzas políticas, la eliminación de los plurinominales (pedida por 250 mil personas), entre las últimas, decir no a la generación del no. Por propuestas, en el país no paramos.

Influenciado por esto, hace tiempo propuse que deberíamos estimular el trabajo ideológico de los ciudadanos, para retomar los ideales de nuestro país, incentivar el quehacer de discutir y exponer ideas nuevas para alejarnos del ostracismo del día a día y empezar a generar un pensamiento positivo sobre nuestro futuro. Esto implicaría hacer clubes o grupos de discusión política que generen nuevas corrientes de pensamiento, alejados de los intereses de la elite política. Igual que con las otras propuestas, nadie hizo caso.

Hace poco, platicando con un simpático personaje al respecto de la propuestitis nacional, me planteaba una propuesta que se me hace digna de comentar es este espacio. De hecho, relato la plática tal cual la recuerdo: “No, no hay que desanimarse. Ya entrados en gastos y hasta animado por la desatada propuestitis nacional y, sin ningún reparo en las posibles consecuencias, se me ocurre proponer una nueva ‘alianza’, ya que ahora están de moda y son muy discutidas.”

“Esta es la alianza más extraña que se pueda proponer en México, viendo que la muy criticada alianza entre el PAN y el PRD está como que sí y como que no y, en algunos lugares, ya se dio y en otros no más no se puede, pues hasta pensé que ésta nueva alianza tendría posibilidad.” —decía el personaje.

“Para no hacerla de emoción, ahí te va, primeramente, el nombre. ¿Qué te parece un nombre corto para que todos la puedan entender? ‘Alianza para gobernar, ¿Qué tal? De entrada suena bien, ¿no? Pasado el embrollo del nombre, lo siguiente es definir el objetivo, para esto también voy a ser claro, breve y sencillo (algo que a los mexicanos, no se nos da mucho), pero ahí va: buscar que el país avance y lograr un buen desarrollo económico. ¿Cómo ves?, bueno, de lo sencillo, hasta miedo da, ¿no crees?”

“Para adornar un poquito la propuesta de esta alianza, valdría la pena adosarla con algunos compromisos que sean fáciles y sencillos de cumplir por parte de gobernantes y políticos, por ejemplo: uno, los planes de gobierno; dos, incentivar a la economía, municipal, estatal y federal, para con esto detonar la creación de nuevos empleos, crecer la economía y alejar a la juventud de la delincuencia organizada; tres, organizar la búsqueda de inversión en obra pública, para generar actividad económica y modernizar al país.”

“¿Cómo ves? Está muy fácil ¿no?; pero ahora viene lo mejor, porque todas las propuestas tienen que tener algún reto ¿no? ¿Qué te parecería que, para que pueda ser realizable, todas las fuerzas políticas deberán estar de acuerdo en cancelar las próximas elecciones, con el único fin de eliminar las tentaciones aliancistas y las ansias electoreras? ¿Qué tal y…el público enmudeció, no? Suena raro, sí, tal vez, pero esto no tiene como finalidad ni que un partido se perpetúe en el poder, ni la de eliminar la competencia electoral para dejar que exista la competencia política y democrática. Sino solamente el quitar el factor electoral de la visión cortoplacista de los partidos y políticos en cuestión, ¿Cómo ves? Sí, debe ser posible.”

“Mira, me decía ya muy animado el personaje en cuestión, analízalo. Si se atreven a tomar medidas tan dispares de cambiar los poderes a otra ciudad, pues no estaría descabellado cancelar las elecciones, como si fuera por una causa de fuerza mayor, una inundación u otra tragedia en donde el elector se ve imposibilitado de ir a votar. Bajo la óptica de que el país está metido en una crisis económica de grandes proporciones, tenemos en pobreza extrema a la mitad de la población y la inseguridad está pegando en una gran parte de los municipios del país. Pues, entonces se podría tomar la decisión de cancelar las elecciones y hacer alianzas para gobernar, en lugar de alianzas electorales, que cuando alguna llegara a ganar, ni se van a acordar de los otros y empezarán los pleitos y de regreso a la parálisis por falta de acuerdos. Fíjate bien, decía, con esta propuesta los únicos ganadores serían por primera vez y ahora sí en serio, los ciudadanos y el país, ya que se tendría a todos los políticos preocupados por hacer su trabajo y no por estar metidos en el circo de las elecciones. Bueno, eso digo yo, si es que a propuestas vamos, ¿no?” Y se quedó muy pensativo, dando por terminada su propuesta el personaje en cuestión.

En el marco de las propuestitis, ahí dejo una más, la de un simpático ciudadano, que sólo busca que en el país las cosas vayan mejor para todos.

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