La globalización y el crecimiento de la sociedad, así como el de sus nuevos medios de expresión digitales, genera una nueva demanda social. Ésta empieza a rebasar, por mucho, minuto a minuto, a las compañías, a los gobiernos, a los medios nuevos de comunicación así como a los tradicionales.
Como consecuencia, este efecto empieza a generar presiones adicionales a la administración de empresas e instituciones pero, principalmente, a la forma de relacionarse con la sociedad y sus demandas. Lo cual obliga a que la gestión de la comunicación y el manejo de las relaciones públicas sean primordiales para enfrentar este nuevo reto.
Las Relaciones Públicas, como profesión, cambian rápidamente, lo que genera que cada día se requiera mayor preparación por parte de los practicantes. El nuevo publirrelacionista del futuro necesita conocer mejor el manejo de disciplinas como la mercadotecnia, asuntos públicos, aspectos legales, internacionalización y, por supuesto, asuntos sustentables y ambientales. De manera especial, se requiere saber más de disciplinas sociales.
Al mismo tiempo, es de vital importancia que, para enfrentar estos nuevos cambios que se presentan a una velocidad impresionante, empecemos a transformar los planes y programas de las carreras afines en las Universidades con el fin de atenderlos.
Con esta situación, los practicantes y estudiantes deben entender, hoy más que nunca, la importancia y el valor que posee esta profesión para el desarrollo de los negocios y de la sociedad. Las relaciones públicas no son un asunto de personas y relaciones, es una labor de estrategia y comunicación.
Esta profesión involucra liderazgo, ética profesional y los más altos estándares de actuación, sobre todo ahora que los publirrelacionistas tienen que enfrentar el ser los grandes gestores entre las empresas, las instituciones y las nuevas demandas de la sociedad.
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