miércoles, 20 de octubre de 2010

Entre las RP y lo legal

Hace poco tiempo, al conocer mi profesión, una persona me preguntó que cuál es la frontera entre las Relaciones Públicas y los asuntos legales. La pregunta es interesante, y he aquí mi respuesta.

Los publirrelacionistas deben conocer el marco legal del país; del sector, y hasta de la categoría del producto o servicio de la organización en cuestión. Se debe estar al corriente de los códigos legales que aplican y, dentro del diagnóstico que, previamente, se realiza, determinar si existen riesgos y vulnerabilidades legales.

Con base en mi experiencia con diferentes industrias y categorías de producto, los temas legales salen a relucir cuando existen situaciones de crisis. En ese momento, el publirrelacionista debe sentarse con el abogado de la empresa o con los asesores legales externos para entender las leyes; saber cómo interpretarlas, y hablar de ellas de manera fácil y sencilla.

Las leyes son complicadas; y el mayor problema es que se encuentran sujetas a diferentes interpretaciones. En nuestros tiempos, un asunto constante es que se litigue en los medios de comunicación. Como en todo proceso de crisis, puede llegar el momento en que el coordinador central del manejo y administración de la crisis sea el publirrelacionista. Esto habre la posibilidad que también se tengan que administrar los asuntos legales; por eso, el profesional de las RP necesita entender los principios básicos de las diferentes legislaciones.

No debemos de tener miedo, no es necesario ser especialista, pero sí tener los conocimientos básicos y, sobre todo, leer las leyes. Aunque no lo crean, hace poco en el manejo de una crisis, antes de subirme a un avión, uno de los abogados de la empresa me remitió a mi correo un documento legal para un procedimiento administrativo y los argumentos legales que lo acompañaban. En ellos vi una serie de riesgos si ese documento llegara a hacerse público por la forma en que estaba redactado y dado que faltaban algunos argumentos legales.

Durante todo el vuelo, después de revisar los procedimientos y las leyes involucradas, no me quedó otra más que volver a redactar dicho documento, bajo la lógica de darle un orden y una secuencia que abarcara todos los hechos y respetando todos los derechos de los involucrados, esto simple y sencillamente con base en la reglas y leyes vigentes. Al llegar al aeropuerto lo regrese vía mail como una recomendación, que los abogados revisaron y entendieron las dimensiones y los riesgos que se podrían evitar, le hicieron las adecuaciones para reforzar los aspectos legales y el documento salió sin crear ningún problema.

Técnicamente, no hay un límite para ambas profesiones que, simple y sencillamente, se complementan en determinadas situaciones. Para lo que no hay cabida, es para el típico comentario "no entiendo nada de leyes, es muy complicado", en esta profesión hay que aprender de todo, a veces hasta de química industrial o de efectos de vacunas.

No hay comentarios: