Ahora con el desarrollo tecnológico de Internet y las redes sociales, el ser humano como ente social está recuperando su propia voz, que durante mucho tiempo, y de alguna u otra manera, entregó a los medios masivos de comunicación como una expresión representativa de la colectividad.
El mejor ejemplo lo tenemos hoy en el caso de Egipto, en donde por las redes sociales o los mensajes vía celular, la población logró una integración social ante una causa, que afecta los intereses de la mayoría. Y, ahora, ya se le llama correctamente la Revolución del Nilo, y que logró quitar al presidente Egipcio, finalmente.
Durante muchos años, la voz de la sociedad fue interpretada por los medios, que poco a poco se fueron fundiendo con los grupos económicos, pasando de ser agentes sociales a representantes de grupos de poder, en donde poco a poco en algunos casos, han ido perdiendo credibilidad de la sociedad mundial; al correr más rápido la información de los individuos, en las redes sociales que las mismas noticias editorializadas por las mesas de redacción.
Hoy, ésta información compite contra la información real que corre a una velocidad mayor, y poco a poco la ciudadanía está recuperando su propia voz, hasta para hacer que un régimen político este en una gran crisis, sin que los anuncios, los discursos o los mismos medios puedan contrarrestar lo que la gente piensa y quiere.
Este retorno de la voz a la ciudadanía, está dando la fuerza necesaria a la sociedad actual para generar un mejor balance en cada una de las sociedades del mundo, para que, en su conjunto se pueda construir un mejor planeta.
Como a lo largo de la historia de la humanidad, se repite la fórmula de las grandes transformaciones, se dan a través de dos factores: un avance significativo en las tecnologías, y un avance en la forma de comunicación humana.
Seguiremos viendo transformaciones con base al retorno de la voz a los ciudadanos.
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