martes, 6 de septiembre de 2011

Una buena y una mala para México

Primero, un hecho real: la reputación e imagen de México a nivel mundial está empeorando; al parecer cada fin de semana, en el último mes, hemos sido famosos. Primero, por la balacera en el estadio de futbol y después por lo del casino en Monterrey. Esperemos que no sigamos dando malas notas al mundo.

La buena: Poco a poco la vieja imagen que se tenía del mexicano, representado por un indito sentado junto a un nopal, con un gran sombrero, envuelto en un sarape y sin preocuparse de nada, está desapareciendo rápidamente. Con esto, la idea de que somos un país de flojos, sin provecho y sin trabajo, también se está esfumando, la gente ya no piensa eso de los actuales mexicanos.

La mala: Ahora, los mexicanos tenemos la imagen de ser narcotraficantes y, oficialmente, hasta terroristas, gracias a las mismas autoridades que así lo han declarado. La imagen de los mexicanos actualmente es muy difusa, pero en general, pudiera ser de hombres con botas de piel de víbora, algunos con sombrero, pantalón de mezclilla, camisa a cuadros o camiseta de moda con marca, con pistola al cinto, cartuchera y un gran rifle o metralleta y, en algunos casos, hasta algunas granadas colgadas de las bolsas. O en su defecto, un tipo de narcotraficante, no tan elegante como la ex imagen de los colombianos en Estados Unidos. Lo peor e inconcebible y hasta con cierto romanticismo, la imagen proyecta a seres morenos que hasta por alguna razón salen en la lista de Forbes.

La peor: En lo que va del sexenio, no hemos podio articular una sola campaña de imagen sólida y beneficiosa para mejorar nuestra reputación, que se cae a malas noticias por semana en los medios internacionales, ahora ya sabemos hasta de malos tratos en los aeropuertos a connacionales, por el simple hecho de ser mexicanos. Ya no son un problema los asuntos de migración, ahora es droga y armas y, por lo tanto, desafortunadamente, gracias a nuestra espantosa realidad en los medios, ya nos ven con cara de narcotraficantes, delincuentes y ahora hasta terroristas.

No creo que con el famoso video que se estrenará con la imagen del Presidente Calderón como guía de turistas sea suficiente, los que nos dedicamos a cuestiones de reputación y asuntos públicos así lo sabemos: lleva tiempo y es necesario, además, modificar la realidad que por los pleitos políticos que tenemos, no hemos podido hacer. Ojalá sirva de algo el programa de México, pero estoy muy convencido de que se necesita un esfuerzo mayor que eso.

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