miércoles, 13 de junio de 2012

Después del Debate

Lo mejor del debate fue lo que se dijo en twitter, de los candidatos no pudimos sacar más de lo que hemos visto en sus spots. Ha llegado la hora tomar una decisión bien informada y de hacer a un lado los prejuicios con los que hemos sido alimentados en estos últimos 2 meses.

Terminó el segundo debate y, como estrategia electoral, cada uno de los candidatos se declaró ganador y se fue a celebrar. Antes de cerrar mi computadora, escribí mis dos últimos tuits del día: uno fue “si no hubiera sido por twitter, hubiera estado muy aburrido” y el final fue “empate técnico: candidatos 0, ciudadanos 0”.

Es cierto, el debate fue el más visto, con mayor raiting: que bueno, fue emitido en cuasi cadena nacional al tener cobertura en canal 2 y 13; se asume que, al parecer, el debate fue visto por primera vez por mucha gente; maravilloso, ojalá vote mucha gente, además, la presión del movimiento #yosoy132 fue la que logró esta cobertura, bien. Por lo demás, no se aportó nada nuevo, no se dijo nada que no se haya dicho antes en spots, o en presentaciones personales. El formato estuvo más complejo, parecía una torre de babel, cada quien con sus disque propuestas, hablando como merolicos, en rounds de sombra.

Lo que sí se logró fue el hecho de ver la falta de congruencia de algunos de los candidatos. En el caso de AMLO, es impresionante ver la dicotomía del personaje, ahora se trató de presentar como un estadista, él lo sabe todo, él ya hizo todo, pero las cuentas no le salen y las propuestas son del siglo pasado. Guardó ahora su cara golpeadora y eso hace que se note incongruente, a los que lo hemos visto ya de tiempo atrás, es parte de su personalidad, no hay cambio.

De los demás personajes, podemos decir que tanto Quadri como Peña Nieto guardaron su estilo y salieron a proteger lo ganado; ni modo, ésa es la estrategia, no había más, había que administrar. Por cierto, yo no sé quien le recomendó esa camisa a Quadri, se veía más fatal que de costumbre; Peña salió con corbata verde, guardó el rojo y, por primera vez, mostró un rasgo de pasión, que mucho le hace falta. Josefina salió como debió haber salido desde el inicio de su campaña, y no le quedó de otra más que salir como mamá Lucha, a trompearse con todos para rescatar lo mucho que ha perdido. Triste porque ha desperdiciado mucho en lo que lleva de la campaña por su afán, desde el principio, de atacar a todos, gastó mucho dinero y tiempo sin consolidar su propuesta.

Lo memorable del debate fue el placer de ver cómo se movía tuiter, muy divertido leer los comentarios, imposible seguirlos todos. Si no fuera por eso, hubiera sido muy aburrido. Los postdebates, algunos malos e igual de aburridos, otro, aportando mucho y con buenos análisis. México aprende, esta campaña aporta y debemos de asimilar estos avances.

Es tiempo de que, si no ha decidido, tome su decisión informada, hay muchos lugares donde ver las propuestas, hoy el mundo de internet da muchas posibilidades y toda la información, el problema es que a veces no tenemos tiempo o no queremos hacerlo.

También, es tiempo de empezar a medir dos cosas: a los que ya anuncian pleitos por no ganar y configurar los escenarios de los que van a perder y sus consecuencias, sobretodo en la disputa por el segundo lugar, sean quienes sean los actores, y evaluar al partido que quede en tercer lugar, con las consecuencias que esto generará.

Los estudiantes de México ya tuvieron su primer prueba de fuego, ya se lanzó un movimiento disidente del movimiento #yosoy13 llamado #generacionmexico, quienes no son afectos a ningún partido y lo que buscan, entre otras cosas, es la democratización de la información, no de los medios, además de que es un proyecto más allá de la elección; eso suena más razonable y no van en contra de ningún candidato. Se dice que la izquierda secuestró al movimiento original.

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