lunes, 24 de agosto de 2015

Los próximos tres años

Termina la primera parte del periodo de Enrique Peña Nieto, primer presidente del PRI en la nueva etapa de la alternancia en México. El Presidente tiene frente a sí  un reto enorme para los próximos tres años y considero que es un reto mayor que al inicio de su gestión.

Cuando llego a la Presidencia tenía como cualquier otro candidato el reto de cumplir las promesas de campaña; él y su equipo supieron muy bien aprovechar el momento y gracias al Pacto por México sorprendieron a todos y lograron las reformas que nadie se había imaginado, su reparto de poder fue el adecuado para el momento que vivía México y para el pago de los apoyos políticos del momento. Los resultados de estos tres años de trabajo son visibles, hay reformas, el proceso de transformación se inició, hay avances e indicadores favorables, pero también hay factores internos y externos que no ayudan, malas y tardías decisiones que hacen que la popularidad y aceptación estén muy bajas y la comunicación con la sociedad no es del todo la adecuada, esto sin contar con un contexto mundial que se ha complicado.

Las opiniones pública y publicada exigen cambios en el Gabinete, ¿el motivo? A ciencia cierta nadie lo puede decir, cada vez que pregunto a alguien que menciona que debería de haber cambios, nadie me da una razón o un motivo más que el simplismo de “pues es que las cosas están mal y punto”,  esto seguro por la tradicional costumbre de nuestro sistema político de quitar funcionarios si hay decisiones equivocadas; a lo largo de la historia hemos visto como se cambian funcionarios por supuestas malas decisiones e ineficiencias y hay algunos caso que hasta “pior” se ponen las cosas. El Presidente no ha cedido a las presiones y está haciendo sus movimientos con calma y ahora de manera sorprendente hace dos nombramientos que son fundamentales para el futuro reparto del poder.

El Presidente tiene la opción de ver su próximos tres años de dos maneras distintas: uno, como el seguimiento a su primer periodo en dónde podrá hacer los cambios para tratar de que las cosas funcionen mejor y alcanzar las metas programadas y terminar el periodo; o dos, como si fuera un nuevo periodo presidencial, sí, como una nueva Presidencia, en donde la  óptica de los reacomodos serían más complejos pero estarían orientados básicamente a lograr tres objetivos: 1) lograr la implementación de las reformas, 2) establecer un dinamismo adecuado a la economía, y 3) ganara las elecciones de los próximos tres años replicando un modelo exitoso de política. Todo esto deberá conseguir que su imagen mejore y se consolide en el camino de preparación como ex presidente de la Republica y definir su espacio de convivencia con ex presidentes y grupos de poder después del 2018.

Seguramente esto es parte de los análisis y escenarios que se hacen en la oficina de Aurelio Nuño, y bajo esta lógica tal vez por eso sorprendió a muchos el nombramiento de Beltrones en el PRI. Para el Presidente, Manlio Fabio ya no es un competidor, ahora es una aliado para poder replicar el modelo político que gane elecciones, asunto que puede no ser tan fácil como la tradicional aplanadora priista estaría acostumbrada, la alternancia, los jóvenes, la coyuntura, la situación económica y la democratización de la vida diaria, ahora más que nunca están mandando a los políticos tradicionales al armario de los abuelos y muchos están creyendo que el camino de los independientes puede ser una plataforma segura.


Esperemos a ver qué tipo de arreglo institucional decide el Presidente, a fin de cuentas ya cumplió con los compromisos de campaña, ahora tendría la oportunidad de tomar el control de las diferentes carteras e impulsar las acciones para implementar la transformación, el cambio de más del 75% de los gobernadores en 4 años presenta una oportunidad para dejar a tras el viejo sistema político.

Las próximas elecciones (los  problemas reales, los cambios sociales y las nuevas expectativas de la sociedad) pueden no ser bien entendidas por los políticos y en el caso de los tres partidos y sus presidentes, los futuros procesos pueden convertirse en trampolines para la candidatura presidencial o la tumba política, ahí el reto que tiene el sistema democrático mexicano.


Esperemos decisiones antes del Informe o en los primeros días del segundo periodo, la agenda nacional tiene muchos frentes abiertos que hay que ir resolviendo poco a poco. 

jueves, 13 de agosto de 2015

¿Y la ideología apá?

Los partidos políticos en México están en la más grande crisis de su historia. El desgaste frente a los ciudadanos por los malos resultados es enorme y las razones se debe a múltiples factores como pudieran ser: la decadencia del clientelismo, el abuso de sus dirigentes, la corrupción rampante de sus miembros, el pleito de los grupos de interés, su alejamiento de los intereses ciudadanos, sus fracasos electorales, sus fallas como gobernantes, etc. Así podríamos seguir con una larga lista de fallos, pero hay un factor en especial que a mi consideración es fundamental y para explicarlo, si fuera comercial de televisión, lo diríamos así ¿y la ideología apá?

Y  la pregunta que hoy se deben de hacer los nuevos dirigentes de los partidos es ¿qué pasa con la ideología de mi partido, esta conectando con el ciudadano, resuelve la problemática moderna y ayuda a construir un futuro adecuado, sus valores son vigentes, etc., etc., etc.? Porque si nos damos cuenta, los fundamentos partidarios de hoy siguen anclados, por una parte, a los valores relacionados con preceptos revolucionarios de principios del siglo pasado, y por  otra, la ideología de los partidos provienen de la hegemonía del partido en el poder, ¿seguirán vigentes, aplican a la nueva realidad de México y del mundo actual?

Nuestra Constitución Política en su artículo 41 reglamenta la existencia de los partidos políticos y dice al calce: “Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, así como las reglas para garantizar la paridad entre los géneros, en candidaturas a legisladores federales y locales. Sólo los ciudadanos podrán formar partidos políticos y afiliarse libre e individualmente a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa.”  La otra pregunta que nos debiéramos hacer es ¿ante el efecto que se ha generado por los movimiento independientes y de los ciudadanos, esta definición sigue vigente?

Ahora bien, los partidos ya entendieron que algo deben de hacer, todos están en el proceso de redefinición de sus nuevas dirigencias, en el PRI, Manlio Fabio Beltrones tiene tres grandes metas: uno, redefinir el partido para conectarse con los jóvenes; dos, replicar el modelo político actual y con eso poder ganar las siguientes tres elecciones; y tres, lograr un balance político entre las fuerzas políticas en los estados y evitar la fuga de los no elegidos que busquen pelear directamente contra el partido por la línea de los independientes. Sus retos serán:  decidir si va a ir por la candidatura presidencial; si así lo decide, el segundo reto será no repetir los errores que cometió Roberto Madrazo en el pasado; y finalmente decidir qué estrategia se va a seguir para la simbiosis que se ha venido dando con el Partido Verde en muchos de los distritos electorales.

Para el próximo dirigente del PAN las metas son: de igual manera refundar el partido; generar una nueva ideología más acorde a los jóvenes empresarios y dar un balance a las viejas generaciones  con las nuevas y con la ultra derecha. Un factor nuevo en este esquema que deberá de enfrentar el PAN es que hoy en el partido se vive algo inédito, tiene en sus filas y con vida activa a dos ex presidentes de la República, nunca los había tenido y uno de ellos estaría apoyando a sus esposa para la carrera presidencial, si se les cierras las puertas ¿también veremos a Margarita Zavala por el camino de los independientes? Gran reto para el nuevo dirigente el generar espacios inclusivos para todos sus miembros, hoy el partido también está dividido y si esto pasara, sería la puntilla para su estructura nacional.

Finalmente, el PRD, considero que este partido es el que más retos tiene: tribus con grandes redes clientelares que se niegan a perder poder y modernizarse; una carga ideológica perdida entre su raíz histórica priista y los partidos que se absorbieron en su conformación; y un contexto mundial de izquierdas sin un rumbo fijo. Más allá de sus problemas internos, egoísmos y la vanidad de sus dirigentes, el problema más grave es el ideológico, no va a ser fácil definir un rumbo, además como está acostumbrado a los liderazgos morales, hoy son huérfanos de éstos, por lo que encontrar a alguien que aglutine a las tribus va a ser muy difícil.

A todo esto, la Uberización de la política ha causado que, como dijera un personaje de la política nacional, el efecto de los independientes se convierta en el Rio Jordán mexicano: los políticos en el momento que se convierten en independientes, se dan un baño en el río para bautizarse en políticos puros, sin pecado original y olvidando sus penas partidistas pasadas.

Al final del día, la democratización de la vida nacional y la crisis de los partidos políticos están cerrando espacios políticos. Hoy las posiciones políticas en partidos, los estados y el aparato burocráticos nacional están dejando sin espacios para hacer política a muchos políticos, ya no hay donde reciclarse, esto es otro efecto muy grave, muchos políticos que terminan su gestión simplemente se van a tener que ir sus casas.


Por eso la pregunta a los dirigentes de los partidos es ¿y la ideología apá?

martes, 11 de agosto de 2015

¿Qué hacer?

Los mexicanos siempre queremos que alguien nos resuelva los problemas y naturalmente ese alguien es el gobierno; en todos los estados, la sociedad y los empresarios quieren que el gobierno haga lo necesario para arreglar los problemas: si no tengo clientes, si hay que invertir en algo, si hay algo que arreglar, etc. Ese es un mal del mexicano en general. No hay entendimiento de que primero hay que actuar como individuos, ciudadanos, empresarios y después ir con el gobierno, ¡vamos! naturalmente ni siquiera generamos una propuesta, nos vamos por el lado fácil, que papa gobierno solucione.

Esto provoca de base la dependencia que le encanta a los políticos para sentirse los héroes, los necesarios y poder generar el clientelismo que tanto se necesita para que no exista resistencia y sí mucha dependencia; desafortunadamente, esa es la base de nuestro sistema político, ahí radica la desgraciada fórmula de la ambición-corrupción que domina nuestra política.

En México, como vulgarmente se dice, estamos acostumbrados a pagar por ver, o por no tener problemas, o por no ser responsables, o porque nos resuelvan los problemas, o porque nos atiendan, o por que nos den el contrato, la obra pública o que el gobierno invierta y pague lo que yo no quiero hacer, etc., etc., etc.

Hace algunas semanas tuve la oportunidad de platicar con George Friedman,  analista internacional y experto en geopolítica, a ambos nos habían invitado a ser conferencistas en el mismo evento. Él me exponía el gran potencial que tienen los mexicanos y que la mejor muestra es lo que han hecho en Estados Unidos cuando llegan como inmigrantes, además del potencial que tiene el país, lo que no entendía era porqué no se puede avanzar más rápido aquí en el país. No tuve respuesta y lo he estado pensando y justamente esto que describo ahora es la única respuesta que encuentro.

Efectivamente, nuestro desarrollo institucional tiene el diseño necesario pero hacemos todo para que las cosas no funcionen, la mejor síntesis es la que alguna vez me comentó en una entrevista un ex gobernador de un estado del sureste: "la ley en los bueyes de mi compadre, no en mi rancho", o lo resumimos con la famosa frase que se le atribuye a  Benito Juárez, "Justicia para mis amigos, todo el rigor de la ley para mis enemigos". Estos son los mitos-realidades que nos mueven, y eso es lo que hay que cambiar.

Como país, para enfrentar nuestro futuro de mejor manera y sobre todo en el contexto de transformación en la que estamos metidos, es necesario cambiar la dinámica del país; una parte ya está planteada a través de las reformas, otra a más largo plazo es a través de cambiar el paradigma de la educación, la otra es realmente querer, tener las ganas y la voluntad de cambiar y para eso están las nuevas generaciones.

Mucho ayudan los programas de emprendimiento, la democratización de la tecnología, la innovación, la comercialización y un sinfín de aspectos que les da la libertad de actuar y decidir sin el gran peso del sistema. Los jóvenes ya no quieren ser empleados, quieren tener sus propios negocios, tomar sus propias decisiones, y es ahí donde está la verdadera libertad de un sistema y es necesario reforzar esa capacidad de maniobra.


Como mexicanos debemos todos ayudar con nuestra actitud, debemos de entender esta nueva dinámica que nos llevará a ser un mejor país, pero quedándonos en la comodidad de la queja fácil y el culpar a todos de nuestras desgracias, devaluaciones, baja del petróleo o política barata del clientelismo y corrupción no podremos enfrentar un dichoso futuro.

La compleja transformación de México

Entender la transformación de un país como es México no es fácil y menos si queremos verlo a través de la mirada tradicional con la que hemos visto el país en los últimos años. Si leemos los diarios, vemos lo memes y escuchamos los comentarios en reuniones, la percepción pública es que México está al borde del precipicio. Yo no pienso así y sé que hay cosas que están mal aún, pero en general veo a un país en medio de una gran transformación, lo que me hace recordar el dicho de que “la noche se pone más oscura cuando está a punto de amanecer”.

Lo curioso es que en efecto no podemos negar que hubo un momento en el que todas las fuerzas de poder se pusieron de acuerdo en hacer reformas estructurales que no se habían hecho nunca, ese fue el primer paso. Lo que sigue es que se genere el cambio en las estructuras económicas, políticas y sociales y ahí es en donde la noche se pone más oscura, el cambiar las formas de hacer las cosas, enfrentar la perdida de los beneficios tradicionales y aceptar toda la derrama de ajustes que como sociedad, empresas y entidades gubernamentales tenemos que hacer, implica el gran reto. Verdaderamente ahí es en donde se está probando nuestra sociedad y es cuestión de voluntad, ganas y tiempo; lo que me queda claro es que este cambio le cuesta más trabajo a los viejos que se enfrentan a los paradigmas tradicionales que a los jóvenes que están más esperanzados a que las cosas cambien y mejoren, pero como sociedad no es fácil enfrentar juntos un cambio de esta magnitud.

No nos hemos dado cuenta, pero si comparáramos el cambio que estamos viviendo actualmente con alguna otra época de México, no es comparable cuando enfrentamos los cambios que generó el TLC; sería más cercano a la transición que el país enfrentó durante el Porfiriato y hablamos de 30 años. Si comparáramos con los movimientos juveniles del 68, en dónde los jóvenes sí querían cambiar el sistema, habría que reflexionar que el país se los negó ¿no estaremos ahora en un juego a la inversa?, ¿no son los babybomers los que hoy les cuesta trabajo permitir el cambio necesario?
Según las estimaciones de Banco Mundial, nuestro país en el 2050 podría llegar a ser la 8ª economía mundial, sí, México estaría nuevamente dentro de las diez economías más grandes del planeta, en tan solo 35 años, el reto es mantenerla en esa posición y que se refleje en el bienestar de la población de manera constante, lo que significa que la generación de jóvenes que tienen 20 años actualmente, estarían en plena madurez disfrutando de un país que sería una potencia mundial. Esta misma generación es la que debe de trabajar y vivir los cambios para que el país logre, la grandeza a la que siempre ha estado destinado.

¿Qué nos retrasa, por qué no llegamos más rápido? Porque simplemente no queremos, porque las generaciones tradicionales no quieren perder sus privilegios, porque es más fácil desarrollarse y vivir en un país donde no hay justicia, dónde no se respetan las leyes, donde la impunidad es la base de la actuación social; veamos cuantos casos de “mirreyes” o las “ladies” tenemos haciendo tropelías sociales o cuantos políticos quieren llegar al puesto público sólo para “servirse”, o veamos la oculta corrupción en las empresas privadas, la cual nadie reconoce o de la cual no se quiere hablar.


En el fondo, estamos viendo el verdadero enfrentamiento de generaciones, por dos tipos de vida, valores y desarrollo, la duda es si seguimos igual o aceptamos el cambio. Por suerte, hay jóvenes que sí están empezando a creérsela, a ser responsables de este cambio; lo que debemos de hacer como sociedad es empoderarlos para hacer el camino más fácil.

Ahora bien, entender la transformación de México no  es fácil, como lo mencioné al principio, si sólo nos seguimos viendo hacia el interior; para un mejor entendimiento es necesario que primero analicemos la geopolítica mundial, no estamos aislados, dependemos de todo el mundo, sus compras, sus inversiones y habría que aceptarlo también de sus reglas y el juego económico mundial ¡Ni modo, ya crecimos! Después entender nuestra posición dentro de las Américas, y finalmente entender la posición geopolítica interna de cada una de nuestros estados y ciudades, hoy tenemos Estados que crecen a una tasa del 7 % y otros que están en cifras negativas; de aspectos sociales y pobreza ni que decir de las diferencias. Pero si queremos seguir viéndonos desde abajo hacia arriba, va a ser difícil entender hacia dónde vamos y las oportunidades que tenemos.

En lo político de igual manera se están generando cambios, el asunto de los independientes no es un tema menor, la dispersión del voto, los nuevos partidos y el que la sociedad este tomando mayor participación social, son muestras de la gran transformación en la que estamos inmersos, pero veo a una sociedad que sigue actuando como si no pasara nada, una sociedad que esta fascinada y adormecida en el placer de la queja social oficializada en 140 caracteres, o en un meme de facebook, o dejándose llevar por la repetición fácil de la simplista opinocracia digital.


Sí, sí me queda claro que por el momento la situación está más oscura, pero ante tanta oscuridad yo prefiero proyectar en mi mente y mi visión ese gran futuro del México del 2050 y empoderar a las futuras generaciones para que ayuden a construir y diseñar.

La guerra con la Reforma Educativa

Por fin empezamos a ver algunos resultados de la reforma educativa. Contra la percepción pública de que no se está haciendo mucho, finalmente sí se logró llevar a cabo la evaluación de los maestros y los resultados reportan una participación del 83.4% de los sustentantes registrados.
Por la otra, el Gobierno Federal cambió su estrategia con la CNTE, ya elaborada la evaluación magisterial en todo el país, anunció que no va a sentarse a negociar con ellos hasta que regresen a clases, asimismo, logró descalificar a los líderes de la Sección 22 por los sueldos que cobran por hacer política y no dar clases; estos maestros ya tienen demandas por violar la legislación vigente.
Ahora en un acto sin precedente, el gobierno estatal de Oaxaca, con todo el apoyo total y contundente del Gobierno Federal, anunció la desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública (IEEPO), inmediatamente, esta acción recibió el apoyo de la SNTE, de Senadores de la Comisión de Educación, de la asociación que vigila y cuida la educación, Mexicanos Primeros. La estrategia de comunicación es muy clara y deja ver que el gobierno de Peña Nieto está echando toda la fuerza del Estado en apoyo a este hecho y está buscando recuperar la legitimidad lastimada por el asunto del “Chapo”.
En el fondo, sin tapujos, simple y sencillamente el Gobierno Federal le acaba de declarar la guerra a la CNTE.
Sus dirigentes ante el anuncio salen a dar una conferencia de prensa con cara de asombro y de susto, saben lo que significa en tiempo y forma; su primera reacción es atrincherarse en el centro de la Ciudad de Oaxaca, raptando camiones turísticos y para variar como en todos los años en medio de la Guelaguetza.
Desde los tiempos de la Maestra Gordillo, los Institutos Estatales de Educación se habían convertido en la forma que el poder sindical de los maestros tenían cooptado los recursos de la educación y a los mismos gobernadores, ya varios  de ellos se habían quejado de que no tenían el control de estas entidades ni de la educación y eran forzados por los líderes sindicales a hacer lo que el Sindicado o la coordinadora se les diera su gana.

Este hecho significa romper uno de los grandes paradigmas del país y es un anuncio a los demás Estados; ¿qué puede pasar? Todo, es la guerra total, hasta lo podríamos comparar con la guerra que Calderón le declaró a los narcos el sexenio pasado, de ese calibre. Además, por las circunstancias de la poca credibilidad de la sociedad ante el gobierno es lo menos que se puede hacer, ¡ojalá la mantengan! Hoy más que nunca el gobierno necesita endurecer su posición para demostrar la fuerza del Estado ante la implementación de las reformas estructurales.

Si recordamos a manera de línea del tiempo, podemos ver la evolución del tema. Primero, ante las elecciones, se retrasa la evaluación magisterial; se detona comparecencias de los responsables de la reforma ante legisladores; va Emilio Chuayffet y pide que se defina quién es el patrón de los maestros, le llueven críticas, pero tiene razón es un asunto indefinido; también va Gabino Cué y expone las debilidades del sistema estatal. La semana pasada regresa el Gobernador Cué y se declara rebasado ante la problemática de la educación y ahora vemos el anuncio. El gobierno en medio de todo esto armó su estrategia y ahora la hace realidad.

Hace unos días en una conferencia en la Ciudad de Querétaro me preguntaban qué hacer con el tema de la educación, que cuándo el gobierno detendría a los maestros; en ese momento la primera parte de mi respuesta fue que a pesar de que es un asunto muy complicado ya que durante años se tejió una maraña de asuntos muy bien planeados por los maestros en su momento y aceptado por las autoridades por omisión o conveniencia, sería  cuestión de tiempo, ya vemos con esto los primeros pasos.

La segunda parte de mi respuesta fue con varias preguntas: ¿cuándo como sociedad haríamos algo para apoyar al gobierno en este tema en lugar de sólo exigir que haga lo que debe y si no lo hace criticarlo? ¿Cuándo como sociedad vamos a decir “ya basta a los malos maestros”, por qué debemos de permitir que la CNTE haga lo que quiera? ¿Hasta cuándo vamos, como sociedad, a reprobar públicamente lo que hacen los líderes sindicales? ¿Necesitamos una anti revolución de la primavera en la ciudad, necesitamos salir los ciudadanos y ponernos enfrente de la CNTE para cuando vuelvan a querer venir a la ciudad de México a hacer una manifestación? ¿Cómo les demostramos que somos más los que queremos que dejen de existir, que vuelvan a clases y se conviertan en buenos maestros? Recordemos que al final del día son maestros, son trabajadores del Estado y que nosotros les pagamos su sueldo y no estamos de acuerdo que además vengan a desgraciarnos la ciudad y la vida de los niños Oaxaqueños.


¿Hasta cuándo lo permitiremos como sociedad? Te invito a opinar y a actuar.

La nueva plataforma política de México

Para los que dicen que no hay nada nuevo en el sistema político del país, después de la alternancia del año 2000 y de doce años del PAN en el poder, las elecciones del 2015 fueron la primeras elecciones con el PRI de regreso a la Presidencia, y a partir de ahora es la primera vez que el PRI regresa a enfrentar un proceso de selección de candidatos para la Presidencia de la República. ¿Regresara Peña Nieto a la vieja práctica y ortodoxia que le clama la opinocracia o diseñará un nuevo sistema de selección más moderno y eficaz?
Yo en lo personal creo que el Presidente diseñará una nueva forma para la selección, una nueva o por lo menos con su sello personal, por tres simples razones: la primera, para alejarse de las viejas y obsoletas practicas, este país ya no puede seguir usando protocolos políticos de los 40, hay que innovar con la misma idea de reformar al país como se ha venido haciendo en los últimos ya casi tres años; segundo, porque los escenarios político, económico y social son totalmente distintos, ejemplo de ello es la ley electoral y los resultados de la pasada elección que ya permitieron la existencia de “los independientes” lo que cambia todo el escenario; y tercero, nomás por joder, lo que significa que el país y los políticos deben de cambiar para que vean que hay disciplina y para no permitir que la vieja guardia los presione…bueno, eso digo yo ¿no?

Sea como vaya a ser el futuro proceso de selección de candidatos presidenciales del PRI, no podemos perder de vista que hoy ya tenemos a varios candidatos apuntados abiertamente en los otros partidos y tampoco podemos negar que entre que son peras y son manzanas este país ya adoptó una segunda plataforma política para arribar al poder, “la de los independientes”. Es más, es muy seguro que este experimento, supuestamente “ciudadano”, siga creciendo, ya que para el proceso electoral de las futuras 15 gubernaturas que siguen en el 2016 y el 17, veremos que la salida para algunos políticos y sus grupos asociados que quieren llegar al poder y que quieran ser relegados por los poderes centrales de sus partidos políticos, tomarán esta opción.

Nos debe de quedar claro que la plataforma de los independientes no es un asunto verdaderamente ciudadano, ya que en la mayoría de los casos los que ganaron son políticos que abandonaron sus antiguos partidos y los cuales seguramente están teniendo apoyos de grupos ideológicos, políticos o empresariales.

Lo curioso es que esta nueva plataforma nace efectivamente del desprestigio y desconfianza en los partidos, pero principalmente de “los mismos políticos partidistas”, sí, los más decepcionados de los partidos son los mismos políticos que huyen de su institución política porque no los dejan llegar a las posiciones electorales. Los partidos se han convertido en agencias de colocaciones de amigos, cercanos y allegados, lo que significa que en donde menos democracia existe es en los partidos.
Y para bien o para mal, esto ya fue avalado por los electores y hasta ayudaron a los políticos a derrotar a sus antiguas instituciones políticas, es decir, el golpe a los partidos políticos fue interno. Sea como sea, es un hecho que tenemos una segunda plataforma para acceder al poder y difícilmente se va a cambiar.

Lo interesante es ver cuál será el segundo paso, cuál será la evolución de esta plataforma y qué van a hacer los partidos políticos, ¿trataran  de cambiar nuevamente la ley electoral cuando vean que hay una desbandada mayor de candidatos y que empiecen a perder puestos aún más significativos? ¿Qué va a hacer el sistema político cuando la representación disminuya? Y más cuando para la próxima elección presidencial se estará votando por primera vez la reelección.


Mientras tanto, este gran cambio en el sistema político, otro más de los que se está generado por la etapa de transformación de México, va a nuevos balances en la gobernabilidad, como todo buen cambio generará choques, pataletas y adecuaciones, ante el cambio los políticos y nosotros como sociedad deberemos de aprender a adaptarnos, no nos queda otra.